Saltar al contenido

Por amor y por error

Quince minutos. Apenas eso y ya no picaban más. Qué raro. La cabeza ya no ardía, y las uñas… limpias. Ni una sola liendre quedó. Todo por ese olor fuerte que la mareaba, por esa tela apretada que le oprimía hasta los sueños. Su papá había dicho que iba a doler un poquito. Solo un poquito.

Pero ahora todo se sentía tan lejano, como si flotara. ¿Dormir? Sí, mejor dormir. Aunque el pecho pesaba. Papá estaba contento, podía oírlo. Al fin la había curado. Solo que… no podía moverse. ¿Por qué no podía moverse? ¿Y ese frío? Quería decirle algo, pero no salía la voz. ¿Papá?

Publicado enMicrorrelatos